Cada participante se tumba en una colchoneta (no es imprescindible), boca arriba y con los ojos cerrados, separando un poco las extremidades del cuerpo. El monitor relata una historia en la que hace un recorrido con un vehículo (un taxi, por ejemplo) por todo el cuerpo, mientras los niños tienen que ir imaginándoselo y sintiéndolo.
Tras esto se les puede preguntar los sonidos que han oído durante la actividad (respiración, viento, etc.).
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