Llevo muchos años teniendo la suerte de ser parte de numerosos proyectos dentro del ámbito educativo. Desde dirigir un colegio, a un equipo de baloncesto, ser responsable de la dirección técnica de todo el club, o dirigir campamentos en verano. Reitero que es una suerte porque me ha permitido tratar con numerosos jóvenes y formadores, además de casos y problemas, y experiencias muy positivas, que me han dado una visión bastante completa del proceso educativo en general.
Este proceso no lo entiendo en ningún momento si no complementa las dos partes que establecemos en la Educación: la formal y la no formal. Pero no lo entiendo no sólo para los niños y niñas cuyos padres y madres se preocupan para que sus hijos e hijas acudan, además de al colegio cada día, a otras actividades en sus ratos libre. Todos coincidimos en que para estos chicos será muy positivo en su formación como personita lo que compartan y aprendan en campamentos, ludotecas, clases de música, en su equipo de balonmano, etc.
Lo que pretendo realzar es la importancia de una formación completa del docente. Creo que todo docente que desea dedicar su vida a la Educación Formal debe formarse y tener alguna experiencia en el mundo de la Educación No Formal.
Esto puede parecer algo obvio, pero el trabajar y compartir vivencias con niños y niñas en el ámbito no formal nos hará conocerles mejor y valorar todas las capacidades y posibilidades que puede tener toda personita. Vale que en el colegio debemos enseñar una serie de contenidos a través de ciertas áreas, siempre con ciertos valores universales, pero lo que enseñas y trabajas en el otro campo educativo hace crecer enormemente tu formación docente, sin duda.
Por tanto, animo a todo futuro, y presente, docente a que complemente su formación en estos campos de la educación no formal. Hay miles de posibilidades y todas enriquecedoras e inigualables
Próximo:
“Organizando, coordinando y dirigiendo…cambios de rol desde la misma posición
Escribir un comentario