Los cuentos nos sirven para entretener, transmitir valores y hacer surgir sentimientos (entre otras muchas cosas, por supuesto). En esta entrada, lo que pretendemos es potenciar esas tres cualidades.
ENTRETENIMIENTO
Hay muchísimas cosas que podemos realizar para hacer más entretenida cualquier actividad y, en especial, los cuentos.
Teatralizar - Podemos dividir a los participantes en grupos para que preparen un teatro sobre cuentos populares y a partir de aquí, meter las variantes que queramos:
$1- Disfraces y pinturas.
$1- Los malos son los buenos y los buenos son los malos (Caperucita se come al lobo).
$1- Teatro mudo.
$1- Repartir los personajes al azar.
$1- Mezclar cuentos.
Sombras chinescas - Algo tan sencillo como las sombras son un recurso muy vistoso. Podemos utilizarlo para varias actividades:
Velada interior: tras un día muy cansado para los chavales, si el tiempo meteorológico no es adecuado para una velada exterior o simplemente porque nos parece una buena actividad para ese momento.
En primera parte de la actividad utilizarán cartulinas (una buena manera de aprovechar los restos), para hacer las figuras que proyectarán las sombras. Los monitores prepararemos el lugar (se tiene que quedar totalmente a oscuras), una tela para las proyecciones y una linterna.
Tras la preparación, tendrán que contarlo.
Acampada al aire libre: también podemos aprovechar este recurso para hacerles un regalo a los chavales. Cuando estén en la/s tienda/s de campaña, utilizaremos estas para proyectar las sombras y contar nosotros mismos el cuento. Ellos agradecerán que les demos un respiro después de una ruta y, además, es una actividad muy calmada que les relajará para dormirse.
TRANSMISIÓN DE VALORES
Para conseguir transmitir valores, podemos utilizar recursos que se suelen utilizar con adultos pero que también funciona con los niños y los jóvenes.
Debate/ coloquio
Podemos hacer varios grupos, que charlen entre ellos para sacar conclusiones y que luego las pongan en común.
También podemos hacer dos grupos y darle a cada uno una postura que defender ante el otro de temas que aparezcan en el cuento.
Consejo Actúa: si necesitas un moderador para una actividad, no es necesario que lo seas tú (o cualquier monitor), puedes elegir a uno de los chavales.
SENTIMIENTOS
Los cuentos siempre van a revolver nuestro interior.
Tras contar una historia, siempre debe quedar claro el mensaje que quiere transmitir, la moraleja. Además cualquiera de las actividades anteriores podrá ayudar en este sentido
Pero lo más importante es que elijamos de manera adecuada el cuento, dependiendo de lo que queramos trabajar y el momento en el que se encuentre el grupo.
Aquí os dejamos un cuento que nos encanta: EL CUENTO DE LAS VIRTUDES, LOS SENTIMIENTOS Y LAS CUALIDADES.
Cuentan que una vez, se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: ¿jugamos al escondite?
La INTRIGA levantó las cejas intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó: ¿al escondite? Y… ¿cómo es eso?
Es un juego, explicó la LOCURA, en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar de uno hasta un millón mientras vosotros os escondéis y, cuando haya terminado de contar, el primero de vosotros al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.
El ENTUSIASMO bailó, secundado por la EUFORIA; la ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar: La VERDAD prefirió no esconderse, ¿para que?, si al final siempre la encontraban; y la SOBERBIA opinaba que era un juego muy tonto, aunque en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya; y ¿la COBARDÍA?…, la COBARDÍA prefirió no arriesgarse.
Uno, dos, tres,... comenzó a contar la LOCURA.
La primera en esconderse fue la PEREZA que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, quien había logrado subir a la copa del árbol más alto.
A la GENEROSIDAD casi no le da tiempo a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso… para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la BELLEZA; que si la rendija de un árbol, perfecto para la TIMIDEZ; que si el vuelo de una mariposa, lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD; que si una ráfaga de viento, magnífico para la LIBERTAD… Así que terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno. Era ventilado, cómodo,... eso si, sólo para él.
La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos. ¡Mentira! En realidad se escondió detrás del Arco Iris. Y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO... se me ha olvidado dónde se escondió. Pero bueno, eso no es lo importante.
Cuando la LOCURA contaba novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve, el AMOR todavía no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado. Hasta que divisó un rosal, y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
¡¡¡Un millón!!! La LOCURA terminó de contar y empezó a buscar.
“¿No podías haberte esforzado un poco más, PEREZA?, dijo la LOCURA al verla, sólo a tres pasos de la piedra. Después se escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología, y a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido, encontró a la ENVIDIA y, claro, pudo deducir dónde estaba el triunfo. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA. Y con la DUDA resultó ser más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún a qué lado esconderse. Así fue encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca; la ANGUSTIA en una oscura cueva; la MENTIRA detrás de El Arco Iris, ¡mentira! que estaba en el fondo del océano; y hasta al OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.
Pero sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio. La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montanas, y cuando iba a darse por vencida, divisó un rosal y sus rosas.
Tomo una rama y comenzó a moverla cuando de pronto un doloroso grito: “¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!, se escuchó”.
Las espinas habían herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no sabía qué hacer para disculparse: lloró, rogó, le pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra, EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA
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