En primer lugar, los niños elegirán 4 ó 5 animales, de menor (ameba, por ejemplo) a mayor tamaño (gorila, por ejemplo), así como un sonido y un movimiento propio de ese animal.
El juego consiste en que los participantes se mueven por el espacio imitando al primer animal y, cuando se encuentren con otro animal igual, compiten con él a “piedra-papel-tijera”. El que gana pasa a ser el otro animal y el que pierde "desevoluciona" al anterior (si era el primero, se queda en ese). Cuando pasas a ser el segundo animal, compites otra vez, evolucionando al tercero si ganas y volviendo a ser el primero si pierdes. Y así sucesivamente.
Aquellos que consigan llegar a ser el animal más evolucionado, se quedan alrededor del espacio, mirando cómo juega el resto de sus compañeros, mientras imitan a dicho animal.