El animador explica que se trata de un juego de comunicación no verbal. Una tercera parte aproximadamente de los jugadores están tendidos por el suelo, simulando la nieve que ha caído. El resto de los jugadores forman grupos de dos que salen a juntar nieve para hacer un muñeco. Primeramente caminan entre los “cuerpos” caídos. Luego cada grupo coge uno de ellos y lo traslada para algún lugar de la zona de juego. Posteriormente comienzan a construir el muñeco de nieve: lo colocan en la posición que quieren, lo visten y, sobre todo, lo acarician, ya que, a diferencia de lo que sucede en la vida real, estos muñecos de nieve necesitan el calor humano para no derretirse. Si algún muñeco se siente carente de afecto, puede derretirse y caer de nuevo al suelo. El juego continúa cambiando los papeles.
Evaluación: versará en torno a las dificultades para el contacto físico, para dar y recibir afecto. Asimismo se reflexionará sobre la diferencia de papeles del juego.